En el tercer libro de la saga, se cuenta la historia de la creación de los vampiros, no me refiero a cuando un humano es convertido a vampiro por ponzoña u intercambio de sangre. No. me refiero a la verdadera creación al nacimiento de la madre y el padre de todos los vampiros, un suceso que se remonta a millones de años atrás, en el antiguo Egipto durante el reinado del gran e ingenuo Enkil. Mekare y Maharet, dos brujas de las afueras de la gran ciudad, pelirrojas y gemelas, peligrosas para sus enemigos, una gran virtud para sus amigos. Capaces de traer la lluvia y hablar con los espiritus, fueron quizás las principales causantes de este desastre. Viendo interrumpido el banquete funerario de su madre, Las gemelas se dirigieron al palacio real, donde se vieron sometidas a un juicio por canibalismo, nada y mas y nada menos que por Akasha, la esposa de Enkil. fueron encerradas y Khayman, el mayordomo real, fue su única luz en tanta oscuridad, Mekare siendo la mas frustrada de las dos, invoco al gran Amel, un espíritu maligno que gustaba de la sangre humana, Amel y otros espíritus fueron invocados y comenzaron a causar estragos en el palacio. como resultado las gemelas fueron castigadas, siendo ultrajadas por el mismísimo Khayman, para luego ser desterradas. A pesar de eso los estragos no cesaron, los espíritus no dejaban a Khayman en paz, el rey y la reina se dirigieron a la casa de este para tratar de ayudar, sin contar con que unos traidores atentarían contra sus vidas apuñalandolos a los dos, cosa que causo que Amel se volviera loco con tanta sangre, y arremetiera contra la reina, fucionandose a si mismo con la sangre de esta, dando como resultado a la primer vampiresa del mundo, la reina de los condenados.
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